Reformas integrales y ventanas correderas

Muy a menudo, cuando nos mudamos a un piso por el que estamos pagando una hipoteca, o que es de alquiler pero con opción de compra, fantaseamos con todas las reformas futuras que nos encantaría introducir en él. No hay nada más satisfactorio, al fin y al cabo, que personalizar el espacio en el que vivimos, convertirlo realmente en nuestro hogar. No obstante, muchas personas buscan ante todo facilidad y comodidad, más aún en una época de pandemia que nos empuja a percibir el lugar donde vivimos como un santuario de la tranquilidad donde liberar el estrés. Eso significa que muchas de las reformas introducidas no son estructurales.

Sin embargo, si por ejemplo no estamos satisfechos con la distribución interior de una habitación, o con las puertas y ventanas que vienen por defecto, no supone ningún problema para nosotros ni tiene por qué ser una inyección extra de ansiedad el simple hecho de buscar opciones para sustituirlos en el futuro. De entrada, comprar puertas puede llenarnos la cabeza de días de reformas agobiantes; pero, en realidad, sustituir una puerta por otra es muy sencillo y puede hacerse en un solo día. De hecho, podemos hacerlo poco a poco, centrándonos en una sola estancia a la vez.

Lo mismo ocurre con la acción en sí misma de comprar ventanas, en este caso, ventanas correderas de aluminio. La realidad es que, si sabemos escoger las adecuadas, una vez instaladas seremos conscientes de que hemos tomado la mejor decisión posible. Por ejemplo, podemos aprovechar para ampliar el ventanal del dormitorio y permitir un mayor acceso a la luz del sol, o podemos instalar ventanas correderas de aluminio en el cuarto de lavado para conectar de una manera más agradable esa habitación con la cocina. Hoy en día muchas solanas incluyen ese tipo de ventanas, pero otras, especialmente si el edificio es más antiguo o necesita una remodelación a fondo, no tanto.

Cualquier reforma que hagamos en una casa destinada a ser nuestra, sea integral o parcial, superficial o estructural, redundará de manera positiva en nuestro bienestar personal. Si empleamos tiempo en planificarlas bien, todo puede ser rápido y salir bien.